domingo, 24 de mayo de 2009

PRÓXIMA TERTULIA


Ricardo Menéndez Salmón es el autor de La ofensa, el libro propuesto por Nieves para el 26 de junio. El restaurante Las Chozas (en la misma calle que El Monasterio) es el elegido por la maestra de ceremonia, a las 9:30. Quedamos a las 8:45 en La Laboral y compartimos coches, así que el que no quiera ir solo debe ser puntual.
Recuerden que deben apuntarse cuanto antes para que Nieves pueda formalizar la reserva.
¡Hasta el viernes!

Polos opuestos

Doce cuentos peregrinos
Gabriel García Márquez
Mondadori (Debolsillo)
Barcelona
2007



NEGATIVO
Estos cuentos peregrinos, llenos de decrepitud, lo serán más por estar ambientados en tierras extrañas a la de sus personajes que por cualquier otra acepción del diccionario (raros, extraños adornados de singular hermosura, etc…), siendo algunos de ellos más peregrinos que otros (pasajeros). El propio autor dice haberlos rescrito casi por obligación al desaparecerle los apuntes que tenía pensado compilar bajo este título. De hecho debería titularse, Once cuentos peregrinos, sin duda sobra El avión de la bella durmiente, en el que se constata, una vez más en la historia, que la belleza nace del misterio.
Si para la inmortalización de una obra de arte, el paso del tiempo no debe hacerle mella, en algunos de los cuentos ya lo ha hecho. Sólo aquellos que hemos conocido la vida antes del móvil, podemos entender el pavor que produce Sólo vine a hablar por teléfono, la evolución tecnológica le ha sustraído un grado más de terror a algo que en principio respondía a la idea de quien a hierro mata a hierro muere.
En general los cuentos tienen mucho sabor a Hitchcock, e incluso Diecisiete ingleses envenenados huele a Agatha Christie, y eso le da un toque europeo que ayuda a quitar el tufillo a Boom, ofreciéndonos al más puro Gabriel García Márquez, a ese que le gusta jugar con estructuras, y aunque en la mayoría de los finales de estos cuentos funde en negro, se nota un deseo de sorprender. Pero no todas esas vueltas de tuerca son magistrales, por ejemplo en El verano feliz de la señora Forbes nada nos queda aclarado con la aparición del cadáver de la dama apuñalado, tal vez si no hubiesen existido esas heridas podríamos, aunque equivocados, suponer que finalmente murió envenenada. No hay en el cuento rastros, excepto por su afición a las tartas, de una pasión descontrolada.
El rastro de tu sangre en la nieve, a parte de ser el cuento cuya protagonista da nombre al conocido y exitoso grupo musical actual, nos habla de los trágicos despropósitos y nos deja sin resolver cómo una simple picada de espina de rosa puede provocar la muerte.
Espantos de agosto, adrede o no, tiene un final tan ambiguo como el de María dos Prazeres, aunque el segundo lo supera en belleza. En Me alquilo para soñar está tan claro el homenaje a la literatura que casi recuerda a Jorge Bucay, ¡y ya sé que las comparaciones son horribles, pobre Gabo!
Tramontana me gustó mucho, más por evocaciones personales, aunque resaltaría la velocidad del relato, vertiginoso. No es el caso del lento Buen viaje, señor presidente que recrea el sempiterno tópico del dictador desde otra perspectiva, el presidente destituido por el dictador, lástima que lo hayan puesto al inicio de la antología, tal vez porque queda descolgado del resto, aunque se asemeja a muchos otros en tener como protagonista a un viejo. En mi preferido, La santa, el protagonista envejece sin perder la fe ni la esperanza de conseguir lo que buscaba en un mundo totalmente “felliniano”. Una vez más, el autor demuestra su capacidad mimética y su amor por el cine.
Magnolia Medina
22 de mayo de 2009
Restaurante La Bellota – La Esperanza
Asisten: Covadonga, Esther, Nieves, Mª José, José Antonio, Maive y yo.