sábado, 31 de mayo de 2008

PRÓXIMA TERTULIA



VIERNES 20 DE JUNIO
LA MUJER ROTA
SIMONE DE BEAUVOIR
Viernes, a las 21.30 en el restaurante
LA POSADA
c/ Méndez Núñez 61, S/C.

Del micro al macro infinito


El Aleph
Jorge Luis Borges
Millenium – Biblioteca El Mundo
Madrid
1999






Que un devorador de libros de Buenos Aires, que un iluminado soñador de ficciones, se quede ciego, no puede más que interpretarse como una burla del destino. Hablar de Borges es teología del cuento, hablar de Borges es herejía del cuento, porque no hay doble sin su reflejo, o no hay reflejo sin su original. Comencemos pues la dogmática injuria.
Borges es, para mí, antes que nada, el maestro de la descripción, el pulidor del lenguaje, capaz de decirlo todo con pocas palabras. Si observamos las descripciones de los diferentes cuentos que componen el libro, veremos que abundan en precisión y concisión, estrellando siempre el dardo en la palabra.
Borges es, para mí, el cenit del barroco conceptista, el enamorado de los dobles, de los contrastes, el maestro del oxímoron. Huye del adorno superfluo, pero se detiene en los pensamientos opuestos, en lo que podría ser más allá de lo que es. Porque pensar está antes que hablar, aunque sin palabras no podríamos pensar. Estos laberintos de ideas, nacen y viven en el laberinto cefálico, estos meandros discursivos nos llevan hasta el infinito. Tal vez, esto es lo que me gusta de Borges, las dificultades que le plantea a mi limitado intelecto, porque el saber enciclopedista de Borges lo transforma también en un autor ilustrado, y si seguimos, podríamos demostrar que no es sólo Ultraísta, sino que en él encontraríamos todos los movimientos literarios que ha dado la historia.
Borges es, para mí, el delicado burlador del tiempo, el que sabe hacer confluir siglos e historias, el maestro del resumen, el aprendiz de alquimista que prefirió la superstición a la verdad, la interpretación a la rotundidad. Y para honrarlo, hoy, seré breve.
Magnolia Medina
Tasca La Vereda - Guamasa
Asisten: Pilar, José Antonio, Covadonga, MªJosé, Maive, Esther y yo.

miércoles, 21 de mayo de 2008





Ya está seleccionado el lugar en el que celebraremos la tertulia del viernes, Tasca La Vereda, que encontramos en Guamasa bajando por la carretera de El Boquerón, a mano izquierda, después de pasar frigorificos Frant (y La Taquería) la segunda entrada, antes de los famosos montaditos. Hay que seguir unos 200 metros después de dejar la carretera, encontraremos la tasca a mano derecha. De todas formas nos vemos en La Laguna, donde siempre, a las 9, ya que la reserva está hecha para las 9:30. Por favor, intentar apuntarse antes del viernes para poder llamar por la mañana para concretar el número de asistentes.
¡Nos vemos el viernes!

lunes, 5 de mayo de 2008

¡¡¡Cambio de última hora!!!

Después de barajar diferentes opciones para solucionar el conflicto de fechas provocado por las coincidencias con orlas, bodas y comuniones, hemos decidido cambiar el titular de la próxima tertulia, por lo que asumo el honor proponiendo El Aleph de Jorge Luis Borges para el 23 de Mayo. De esta manera podremos realizar una tertulia más en la que analizaremos el libro propuesto por Nieves, y ella podrá asistir y dirigirla.
¡Gracias por la comprensión ante el "meneo"!

jueves, 1 de mayo de 2008

PRÓXIMA TERTULIA


Lamento el retraso en el anuncio del nuevo libro, causas mayores lo han motivado (¡qué trágico suena!), pero ya está aquí, ni más ni menos que LA MUJER ROTA de Simone de Beauvoir, editorial edhasa, o por lo menos en esa, está seguro, ya que es la que tenía Nieves cuando nos invitó a leer este título para el 23 de Mayo. Como siempre, el lugar y la hora están sin determinar.
"Es absolutamente imposible encarar problema humano alguno con una mente carente de prejuicios."Simone de Beauvoir

¡La prueba del algodón no engaña!


Higiene del asesino
Amèlie Nothomb
Traducción de Sergio López
Circe
Barcelona
1996


La historia de la literatura está llena de personajes que, seguramente, no eran los únicos que escribían en su época, pero fueron los que más ganas tenían de serlo. Por eso cada vez más me interesan esos otros escritores que no forman la nómina principal de la historia literaria, sin dejar de valorar, claro está, el canon básico de los mejores libros de la literatura universal.
Amèlie Nothomb nos plantea la posibilidad de rechazar el prejuicio por el que creemos que los grandes autores de la literatura tienen que ser buenas personas y modelos de conducta, y así nos entrega como protagonista a un asesino que ha llegado a Nobel. Pretextat Tach utiliza la literatura como terapia redentora de su crimen. Sus libros se colocan en las estanterías de las librerías reservadas a las exquisiteces y, aunque pocos los degustan, todos alaban sus peculiaridades. Convertido en excéntrico, se divierte asustando y vapuleando a los periodistas que se le acercan, pues en su vida de obeso que ha abandonado la escritura, el aburrimiento es superior al remordimiento.
Llega la horma de su zapato y se establece un diálogo trepidante que desentraña todo el misterio. En este punto es difícil dejar de leer, y suele ser esta una de las condiciones que la mayoría de los lectores le exige a un buen libro para catalogarlo como tal; sin embargo, instalados ya en el final, a mi me hubiese gustado mucho más que la periodista lo hubiese dejado morir boca abajo, como una cucaracha que no se puede dar la vuelta, ahogándose con su propia saliva. Pero plantea la autora un no menos sugerente juego amatorio que roza el sadomasoquismo, y el señor Tach, que inició su conversación con la periodista repeliéndola, ahora siente una atracción superior cuanto más lo humilla. Si este final se entiende como un duelo creo que ganó el Nobel, ya que ella terminó haciendo lo que él quería.
El éxito, generalmente, esconde algunos puntos negros en el pasado de los triunfadores. Esto no es más que un tópico, porque en las biografía de los perdedores también encontramos momentos oscuros. Todo puede suceder, todo es posible desde que cayeron los muros que dividían el mundo, ya nada tiene que responder a ninguna premisa, y es así como vamos perdiendo interés por las disertaciones del glotón, porque aunque fuera un crimen de juventud, nos sentimos sucios sintiendo atracción por sus palabras. La verdadera escritura comienza cuando terminan las palabras, porque nuestros actos escriben nuestras vidas, y, a lo mejor, leer y escribir no nos ayuda a mejorar. Decía Paul Auster cuando recibió el premio Principe de Asturias, que la literatura no era la solución para mejorar la conducta, pues en el corredor de la muerte se podían encontrar grandes lectores. Ahora podríamos releer las palabras que el gordito dedica a los lectores ranas o, como diría Julio Cortázar, los lectores hembras, definición de los lectores de mesita de noche que tanto molestó a las feministas del momento. ¿Existen lecturas mejores y peores? ¿Hay que seleccionar o leer todo lo que cae en tus manos? Ahora que el día del libro nos ha dejado una triste borrachera al embriagarnos con la necesidad de leer, me pregunto si no será mejor no hacerlo y embrutecernos por la vía más rápida y natural.

Magnolia Medina
Viernes 25 de abril de 2008
El Escondite – S/C de Tenerife

Asisten: Covadonga, Nieves T., Alberto, Pilar, Maive, Mª José y yo.