sábado, 7 de septiembre de 2013



Vientos de cuaresma

Leonardo Padura

Maxi Tusquet editores

Barcelona

2011



Padura nos pasea por la Habana mientras buscamos al asesino. En un interesante viaje a las tripas de la ciudad más idealizada de finales del siglo XX, a pesar de su decadencia, por todos los viajeros que hablan de su encanto a pesar de las restricciones. Otros escritores realistas, como Pedro Juan Gutiérrez, también describen las penurias de una población que no tiene nada que hacer más que buscar qué comer cada día, a diferencia de Padura, ofrece el escape sexual como único reducto filosófico que da sentido a la vida.
En Vientos de cuaresma, tal vez porque la historia transcurre en los años 80, todavía vemos una población activa, en términos económicos, que se mueve a ritmo de reloj. No hay diferencias con la literatura europea o americana que transita por los bajos y altos fondos para enseñarnos el contraste con la vida del resto de los mortales. Todo salpicado con la historia de amor de un atormentado y cuarentón policía que se enamora de una hermosa y joven para terminar descubriendo que el sistema comunista también tiene burgueses.
Como curiosidades encontramos las menciones a las Islas Canarias, a la Palma y a los primeros inmigrantes con este origen que se asentaron en Cuba, los isleños, que llevaron sus costumbres, como las pelas de gallos. A esto, que ya te abre el corazoncito, hay que añadir la hermosa prosa del autor y ese gusto por asociaciones inesperadas que marcan el lenguaje literario, mejor dicho, poético:"...el pelo largo, peinado al medio, le caía sobre los hombros de un jacket de cuero negro que era un insulto climático." (pág. 100); "El teniente sacó fuerzas de su masoquismo y se dejó torturar por el capitán Jesús Contreras..."(pág.103)
Magnolia Medina
Viernes 6 de diciembre de 2013.
La Carreta del Carretón - Güímar.
AsistenAlberto, Carolina, Covadonga, Domingo, Elena, Magnolia, Maive, Mª José, Nieves y Yolanda.