miércoles, 29 de diciembre de 2010

Una bendición


Una bendición
Toni Morrison
Traducción de Jordi Fibla
Lumen
Barcelona
2009
189 páginas



Toni Morrison en este libro cuenta más de lo que escribe, eso me sigue pareciendo el milagro de los panes y los peces. La historia, el argumento, los personajes, las descripciones, el orden de los capítulos (¿pasaría algo si empezáramos por el final?), todo añade matices a lo que no se cuenta. Así vemos circular los diferentes temas: la esclavitud, la libertad, el amor, la pasión, las razas, el infortunio, la enfermedad, la bendición, la honestidad, etc. y recreamos un espacio y un tiempo que se superpone al argumento.
Las mujeres americanas tuvieron en sus manos recrear la Arcadia: indias, negras, mestizas y blancas, todas esclavas o doblemente esclavas, fueron incapaces de superar la violencia masculina. La granja no funciona cuando muere Jakob Vaar, el hombre que no trafica con humanos. Por otro lado, los hombres llegaban al nuevo continente buscando un futuro mejor que les permitiera medrar, así se empezó a engendrar el “mundo de las oportunidades”, a imagen y semejanza del que ya conocían. La casa de Jakob Vaar, su obsesión y la de muchos en la actualidad, termina siendo un espacio deshabitado y maldito, Rebekkah la odia porque durante su construcción muere su último intento de maternidad. Intentándole dar una explicación a las muertes de sus hijos se aferra a la religión. La casa queda inacabada y mientras, todos, siguen habitando lo conocido.
¿Qué lugar nos queda para soñar? ¿Dónde se encuentra la nueva Antártida? ¿Utopía nos espera en los anillos de Saturno? Imposible localizar el mito, imposible construirlo, por eso la casa es el símbolo, para mí, de la incapacidad humana de crear un espacio de convivencia común. Ya no nos restan más que millones de galaxias en las que nunca viviremos cordialmente, ni “justamente”, ni equilibradamente, ni fraternalmente. Por encima de cualquier interpretación personal o social, siempre queda la interpretación psicológica de la maldad humana. Lo peor, la muerte del deseo de conseguir ese sueño, ya nadie lo persigue.

Magnolia Medina Sánchez
Restaurante La Marea – Bajamar
Viernes 17 de Diciembre de 2011
Asisten: Esther, Yolanda, Covadonga, Mª José, Rosi, Domingo y yo.

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