David Trueba
Anagrama
Barcelona
2008
Los infortunios de tres personajes (abuelo, padre e hija o nieta, según se mire), aderezados con las relaciones correspondientes de cada uno de ellos, entre los que sobresale Ariel, pues las mujeres de los varones de la familia, son simples anécdotas: la abuela prolonga su muerte a lo largo de la obra, es una mártir; la nuera aparece en momentos puntuales pero no la llegamos a conocer. Demasiados detalles que se repiten y no sirven demasiado para perfilar la personalidad de los personajes, por ejemplo Ariel y Sylvia (con y griega) no evolucionan, en realidad el único que lo hace es Lorenzo y no en la dirección que se puede imaginar uno al principio, atormentado por el remordimiento, no, al contrario. Sin embargo ni el abuelo ni la nieta son más conocidos por el lector aunque se suman, una detrás de otra, anécdotas y detalles sobre ellos.
El éxito efímero, la pasión incontrolada, la muerte y el sexo, los sueños hechos realidad, el asesinato sin castigo, son algunos de los posibles temas de la novela que aunque bien estructurada y con un lenguaje ágil y fresco que ayuda a la lectura, le falta ácido que la ayude a penetrar en vena.
Para mí no ha supuesto más que unas historias bien hilvanadas que me han entretenido pero no me han enganchado. Un título demasiado sugerente que se pierde en la fotografía, en el retrato. Leandro no sabe perder, está perdiendo y no se da cuenta, se refugia en caras caricias y una vez más en su vida, no se sacrifica por su mujer. Lorenzo pierde con agresividad y Sylvia no sabemos si pierde o no. La figura del perdedor ha dado muchísimos héroes, y disertaciones interesantes sobre el éxito y el fracaso, aquí nos ahorra esos momentos pero no resuelve el gusanillo que le genera al lector el seguimiento de estas historias.
Daniela es otro de esos personajes pintorescos que ayudan a sumar incognitas con su comportamiento anacrónico e incongruente, unas veces segura y otras desconfiada, ayuda a Lorenzo a olvidar su crimen pero no lo deja afianzarse nunca en su relación. Pierde un trabajo.¿No sabía perder o estaba cansada de perder?
Interesante detalle de la portada, se trata de una pintura.
¡Excelente tertulia!
Magnolia Medina Sánchez
Restaurante El Auténtico – Candelaria
9 de septiembre de 2011.
Asisten: Domingo, Alberto, Yolanda, Nieves, Covadonga, Rosi, Mª José y yo
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