María Gainza
Editorial Anagrama
Barcelona
2018
El arte de mirar el mundo y el mundo del arte se entrecruzan y mezclan en esta novela. Once capítulos que, en algunas críticas, dicen se pueden leer de forma independiente, yo creo que no, todas las historias configuran la vida de la protagonista y su familia. Parece querer mostrarnos un cuadro doméstico de ellos, como si fueran una pintura flamenca sobre la chimenea. La historia de una familia venida a menos pero que se resiste a perder su aura aristocrática, se contrapone a la vida que lleva la protagonista que personifica la quietud, parada ante los cuadros y la vida.
De todas las historias que cuenta las dos que se me han quedado marcadas son la relación con su amiga y con su hermano. En ambos casos ella se queda y ellos se van a diferentes partes del mundo. Ella sigue en su museo particular, quieta ante la vida, mirándola y analizándola. El mundo siempre se ha dividido entre individuos o individuas de acción frente a los de contemplación.
La muerte "ridícula" de su hermana, la enfermedad del marido y la suya propia son los estímulos para una vida de parálisis.
El Concepto de Rubén Santos - La Laguna (La Atalaya)
Viernes 23 de abril de 2021
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