domingo, 9 de noviembre de 2008



Una cuestión personal
Kenzaburo Oé
Traducción de Yoonah Kim
Anagrama (Compactos)
Barcelona
2008



Los grandes nunca decepcionan, quiero leer otras novelas de Kenzaburo Oé. Quiero ahogarme en las ideas tortuosas de las que te hace partícipe, porque tiene el don de hacerte revivir el miedo más atávico, más ancestral, esos que compartimos seamos de donde seamos. Quiero reflexiones que me ayuden a buscar aristas nuevas a mis pensamientos, que me ayuden a mover el desorden de mis ideas. Quiero lecturas que me ayuden a sumergirme en el lodo tenebroso de las emociones más puras. Una garantía para el éxito es buscar en aquello que otros han denominado ya como clásicos.
Bird se siente ahogado por su futura paternidad, posteriormente se sentirá ahogado por su desafortunada paternidad, que lo hunde en un sueño narcótico entre una inalcanzable África y el cariño y comprensión de Himiko. Este renombrado Gregorio Samsa, termina exhausto, la metamorfosis que agrandó su monótona vida de insatisfecho. Solo ante el peligro, sin apoyo familiar, y con el unánime deseo de dejar morir de hambre al pequeño herniado cerebral, bajo la mirada incompetente de unos médicos que ni dicen ni desdicen, añadiendo más confusión al trastornado corazón de Bird, toma finalmente una decisión, que ni mucho menos yo esperaba. Elige el triste camino de la esperanza, y se arriesga a que su hijo crezca como un vegetal, pero superada la tentación de vendarle la cabeza como a Apollinaire, la vergüenza se transmuta en un deseo masoquista por el que prefiere sufrir antes que provocar dolor.
Este libro escatológico parece un grito catártico en busca de la redención, en busca de la aburrida cotidianidad, la gran contradicción del hombre moderno que quiere escapar, evadirse a través de los deseos reprimidos, hasta que de repente, la bofetada de la dura realidad, te hace olvidar esos frívolos deseos de autorrealización.
Antes de terminar, me gustaría añadir un elogio para Himiko, único oasis en el trágico camino de la aceptación por el que tiene que peregrinar nuestro “pájaro”, interesante mujer que es capaz de aceptar a cada uno como es y ayudarlo sin imponer ningún punto de vista ni a cambio de otros servicios. También ella, atormentada por el suicidio de su marido (otra vez el suicidio en una novela japonesa), renace después de haberse quemado en el infierno.

Magnolia Medina
Viernes 7 de Noviembre de 2008
Restaurante Maguro – S/C de Tenerife
Asisten: Mª José, José Antonio, Angela, Alberto, Nieves, Covadonga, Esther, Pilar y yo.

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