Santiago Roncagliolo
Alfaguara
Madrid
2005
FAMILIA CON GATO
Empecemos por lo evidente: la incomunicación. Ninguno de los personajes conoce las penurias emocionales de los otros, comparten espacio y palabras, pero a penas se dicen nada, tanto es así que Alfredo se ve envuelto en un afaire sin querer, simplemente porque decide que es mejor contarle su muerte inminente a su secretaria antes que a su mujer.
Niño, hermana, abuelo, gato, padre, madre van desfilando por las páginas del libro para remarcar su soledad y sus relaciones familiares, porque también habla del poder castrador de la familia, a veces recuerda a American Beauty (1999) de Sam Mendes y guión de Alan Ball (A dos metros bajo tierra y True Blood), así en la página 171 cuando la madre, durante la cena, saca la infidelidad del padre y terminan con el vaciado del bolso de la madre, recuerda bastante a una escena parecida de la película, en la que los miembros de la familia se enfrentan a sus secretos. El libro termina con un inexplicable episodio del gato, perece que ve en la televisión a todos los miembros de la familia, una familia fantasmagórica y feliz, ¿alguien lo entiende?
El tiempo de la novela está marcado por la duración de la primera menstruación de Mariana, cuando ella aparece en los vestuarios, al terminar el capítulo, y ve, al quitarse sus braguitas de flores, que están manchadas porque le ha bajado su primera menstruación. En la venganza, el preservativo que deja en el sobre de Hello Kitty también llevaba restos de su regla: “Recordó que el condón también tenía sangre. Y no eran sólo tres gotas.” (página 147) Así nos habla del proceso de depuración que sigue toda la familia en la novela, nos habla de un óvulo sin engendrar que baja, se deshace para permitir que otro sea engendrado. Este es uno de los aspectos más interesantes en el armazón de la historia, así como la capacidad del autor para romper los momentos melodramáticos o excesivamente televisivos introduciendo golpes de cruda realidad, por ejemplo en la página 58 dice: “Trató de acariciarle la cabeza, pero se le agarrotó el músculo del antebrazo”; o en la 59 “Trató de hacerla voltear. Luego oyó sus ronquidos.” Este intento de romper lo excesivamente merengoso o empalagoso, genera un humor ácido, negro, que ayuda a congraciarte con el autor por no dejarse caer en los tópicos cinematográficos. Lo utiliza también en la escena de la aventura sexual de la mujer, cuando el amante le pide una felación, página 133, y ella rehúye hacérsela porque le huele mal. Esas sobredosis de realismo es, quizás, lo más interesante del libro, ejecutando el efecto antidepresivo que anima la lectura.
Magnolia Medina
Restaurante La Barraca – Las Caletillas
Sábado 6 de Febrero de 2010 (5 días después del diluvio)
Niño, hermana, abuelo, gato, padre, madre van desfilando por las páginas del libro para remarcar su soledad y sus relaciones familiares, porque también habla del poder castrador de la familia, a veces recuerda a American Beauty (1999) de Sam Mendes y guión de Alan Ball (A dos metros bajo tierra y True Blood), así en la página 171 cuando la madre, durante la cena, saca la infidelidad del padre y terminan con el vaciado del bolso de la madre, recuerda bastante a una escena parecida de la película, en la que los miembros de la familia se enfrentan a sus secretos. El libro termina con un inexplicable episodio del gato, perece que ve en la televisión a todos los miembros de la familia, una familia fantasmagórica y feliz, ¿alguien lo entiende?
El tiempo de la novela está marcado por la duración de la primera menstruación de Mariana, cuando ella aparece en los vestuarios, al terminar el capítulo, y ve, al quitarse sus braguitas de flores, que están manchadas porque le ha bajado su primera menstruación. En la venganza, el preservativo que deja en el sobre de Hello Kitty también llevaba restos de su regla: “Recordó que el condón también tenía sangre. Y no eran sólo tres gotas.” (página 147) Así nos habla del proceso de depuración que sigue toda la familia en la novela, nos habla de un óvulo sin engendrar que baja, se deshace para permitir que otro sea engendrado. Este es uno de los aspectos más interesantes en el armazón de la historia, así como la capacidad del autor para romper los momentos melodramáticos o excesivamente televisivos introduciendo golpes de cruda realidad, por ejemplo en la página 58 dice: “Trató de acariciarle la cabeza, pero se le agarrotó el músculo del antebrazo”; o en la 59 “Trató de hacerla voltear. Luego oyó sus ronquidos.” Este intento de romper lo excesivamente merengoso o empalagoso, genera un humor ácido, negro, que ayuda a congraciarte con el autor por no dejarse caer en los tópicos cinematográficos. Lo utiliza también en la escena de la aventura sexual de la mujer, cuando el amante le pide una felación, página 133, y ella rehúye hacérsela porque le huele mal. Esas sobredosis de realismo es, quizás, lo más interesante del libro, ejecutando el efecto antidepresivo que anima la lectura.
Magnolia Medina
Restaurante La Barraca – Las Caletillas
Sábado 6 de Febrero de 2010 (5 días después del diluvio)
Asisten: Domingo, Alberto, Ángela, Yolanda, Mª José, Covadonga, Nieves y yo.
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